Un producto ideal para proteger e hidratar la piel del cuerpo durante el invierno es la manteca corporal. Este tipo de producto contiene una alta concentración de mantecas vegetales con un perfil lipídico que nos ayuda a reforzar la barrera cutánea y evitar la xerostomía.
En este post veremos cómo hacer una manteca corporal de invierno. También por qué es importante mantener la piel hidratada y protegida de algunos efectos de exposoma como la temperatura y la humedad, que cambian y se extreman en esta época del año.
¿Cómo afectan las condiciones del invierno a nuestra piel?
La piel es el órgano del cuerpo con mayor exposición a los factores externos. Es por ello que el cambio en las condiciones climáticas de lugar a cambios en la piel, como primer paso a otros efectos a nivel interno.
En invierno, en general, sobre todo en las zonas más alejadas del Ecuador, se experimenta una bajada de la temperatura. En interiores, para compensar las bajas temperaturas del exterior, se suele recurrir a sistemas de calefacción (estufas, chimeneas, calefacción, …) que conlleva la creación de un espacio con baja humedad.
Por lo tanto, en el invierno nuestra piel se expone a bajas temperaturas y humedad variable en el exterior y a temperaturas medias y baja humedad en el interior.
El frío y la piel
Como vemos en el curso introductorio, la piel ayuda a mantener la temperatura corporal: La transferencia de calor entre el organismo y el medio ambiente se realiza a través de la superficie de la piel por los mecanismos de radiación, conducción, convección y evaporación.
Cuando la piel se expone a baja temperatura ocurren principalmente dos cosas: por un lado, disminuye el flujo sanguíneo (hay una vasoconstricción) para permitir que la sangre no deje de calentar nuestros órganos y, por otro lado, se ralentizan los procesos metabólicos.
El cambio de temperatura de exterior a interior (vasoconstricción y vasodilatación) puede dar lugar a problemas a nivel microvascular y que con el tiempo aparezcan rojeces en la piel. Además, con la disminución del metabolismo hay menor actividad de las glándulas sebáceas y del proceso de renovación celular en el estrato córneo. Con todo ello la función barrera queda alterada dando lugar a sequedad e incluso descamación. Si entonces aplicamos productos como una manteca corporal, podemos reducir estas alteraciones.
La humedad y el viento en la piel
La piel normal tiene un contenido en humedad en torno al 10-15%. Cuando se detectan valores de humedad en la piel por debajo del 10%, ya se puede decir que estamos frente a una piel seca.
Que la piel esté bien hidratada depende de varios factores, entre ellos la humedad relativa del ambiente. Cuando la humedad relativa ambiental está por debajo del 10% se aumenta la pérdida de agua transepidérmica (TEWL). Esto conlleva una deshidratación de la piel.
Cuando a la baja humedad se suma el viento, se acelera la pérdida de agua transepidérmica.
Como consecuencia de este aumento del TEWL, la barrera cutánea está fragilizada. Además, cuando tenemos una humedad relativa ambiental baja, puede haber una pérdida de eficacia de los productos hidratantes cutáneos que contienen humectantes como la glicerina.
Síntomas de la piel seca en invierno
La piel seca parte de una posición desfavorable cuando tiene que enfrentarse a los escenarios que describíamos anteriormente. Al tener una barrera cutánea deficiente, está más expuesta.
En este tipo de piel, en las condiciones invernales, se ve un aumento de:
- Tirantez
- Descamación
- Rojeces
- Picor
También en pieles maduras que tienden a ser más finas y estar dentro de este grupo de piel seca, cuando hay ambientes muy secos se puede observar un aumento de la apariencia de las arrugas finas. Éstas se hacen más evidentes.
En el desarrollo de productos cosméticos específicos para el invierno, como una manteca corporal, debemos tener en cuenta estos síntomas de la piel para tratar de mejorarlos.
Cómo hacer una manteca corporal de invierno
Como hemos estado viendo, para recuperar la hidratación de la piel en esta época del año, puede ser ideal usar una manteca corporal. Pero, ¿qué necesitas para hacer tu manteca corporal de invierno?
Ingredientes para una manteca corporal hidratante
Si revisamos nuestra lista de ingredientes cosméticos y nos situamos en la categoría de ingredientes hidratantes, veremos que podemos distribuirlos en dos grupos: hidratantes por vía activa e hidratantes por vía pasiva.
En el primer grupo se encontrarían las sustancias humectantes (como los glicoles) y las sustancias osmóticas (como los componentes del factor hidratante natural o FHN). También algunos componentes del cemento intercorneocitario como las ceramidas, el colesterol y los ácidos grasos pueden contribuir.
En el segundo tenemos las sustancias que evitan la pérdida de agua transepidérmica creando una capa superficial. En este grupo podríamos englobar los aceites, mantecas y ceras. Además de otros derivados como ésteres y alcoholes grasos.
¿Qué forma cosmética elijo para hacer mi manteca corporal de invierno?
Las mantecas corporales son emulsiones de viscosidad elevada. Se elige la forma cosmética emulsión porque aquí tendremos representación tanto de la parte acuosa como de la parte oleosa. Las características de la emulsión son parecidas a las características de la capa que recubre nuestra epidermis, la emulsión epicutánea.
Por ello, la forma cosmética emulsión será la ideal para conseguir una hidratación que nos permita abarcar tanto la vía activa como la pasiva.
Fórmula: manteca corporal de invierno
Para esta fórmula, vamos a usar como ingrediente activo principal la manteca de karité (INCI: Butyrospermum Parkii Butter). Como vemos en el curso de Introducción a la formulación de cosmética natural, esta manteca tiene un alto contenido en ácido esteárico y oleico, dos de los ácidos grasos fundamentales para mantener la integridad de la barrera cutánea.
Como hemos visto que la piel agredida por el frío puede tener tirantez y picor, añadimos un activo calmante, como el extracto de malva.
Además, la mezcla de aceites esenciales consigue un olor propio de la navidad.
FASE A
- Agua (Water) – Agente estructural – 43,40%
- Glicerina (Glycerin) – Humectante – 5,00%
- Goma xantana (Xanthan gum) – Agente estructural – 0,30%
- Aloe vera 200x (Aloe Barbadensis Leaf Juice Powder) – Activo – 0,10%
- Ácido cítrico (sol.10%) / Hidróxido sódico (sol. 10%) (Water, Citric Acid / Water, Sodium Hidroxide) – Regulador pH – c.s.
FASE B
- Olivem 1000 (Cetearyl Olivate, Sorbitan Olivate) – 6,50%
- Cera abejas (Beeswax) – 2,00%
- Manteca de karité (Butyrospermum Parkii Butter) – 31,50%
- Escualeno (Squalene) – 7,00%
- Tocoferol (Tocopherol) – 1,00%
FASE C
- Extracto de malva (Malva Sylvestris Extract) – 2,00%
- Aceite esencial de clavo (Eugenia Caroyphyllus Leaf Oil) – 0,10%
- Aceite esencial de naranja (Citrus Sinensis peel Oil Expressed) – 0,10%
- Geogard ECT (Benzyl Alcohol, Salicylic Acid, Glycerin, Sorbic Acid) – 1,00%
- Ácido cítrico (sol.10%) / Hidróxido sódico (sol. 10%) (Water, Citric Acid / Water, Sodium Hidroxide) – c.s.
Modo de preparación
- Calentar el agua de la fase A a 70°C.
- Dividir la glicerina en dos: dispersar el polvo de aloe y la goma xantana.
- Añadir las dispersiones al agua, bajo continua agitación. Seguir calentando hasta alcanzar los 75°C. Ajustar pH (5,0 – 5,5).
- Calentar la fase B hasta los 75°C. Reservar el tocopherol, que se añadirán a la fase B justo antes de proceder a la emulsión.
- Añadir la fase B sobre la fase A bajo continua agitación. Homogeneizar durante 10 minutos.
- Comenzar a enfriar sin dejar de agitar, velocidad de agitación moderada. 7. Cuando se alcancen los 60°C, seguir agitando a velocidad lenta (para que el enfriamiento sea homogéneo).
- Cuando se alcancen los 60°C, seguir agitando a velocidad lenta (para que el enfriamiento sea homogéneo).
- A 40°C añadir los componentes de la Fase C. Homogeneizar.
- Ajustar pH (5,0 – 5,5).
- Dejar enfriar y envasar.
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Referencias
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