El verano está a la vuelta de la esquina y hoy queremos darte algunos consejos para cuidar el cabello en verano. Porque sí: este también sufre con la exposición solar, pero también puedes cuidarlo y protegerlo. ¡Te lo contamos todo en Mentactiva!
Características de un cabello sano
Un cabello sano es flexible, fuerte, brillante, suave, manejable… Pero, internamente, ¿qué hace que un cabello sea sano? Para ello, es fundamental conocer la estructura anatómica del cabello, la cual tiene mucho que ver en el tipo de pelo y en su aspecto.
Esta estructura anatómica se compone de dos partes: el folículo pilosebáceo (que es la parte interna) y el tallo capilar (que es la parte externa, la visible).
Parte interna: folículo pilosebáceo
Cuando hablamos de folículo pilosebáceo nos referimos a una unidad que está compuesta por el folículo piloso, la glándula sebácea y el músculo erector del pelo. Este folículo pilosebáceo y las glándulas que lo conforman son los encargados de producir el sebo. Dicho sebo forma parte de la emulsión epicutánea del cuero cabelludo y se encarga de aportar brillo, lubricación e impermeabilidad al cabello.
Parte externa: Tallo capilar
El tallo capilar (el pelo) está formado por células muertas queratinizadas. Así, está compuesto por tres estructuras las cuales son, de dentro hacia fuera:
- Médula: se ubica en el centro del tallo capilar.
- Corteza o córtex: constituye la mayor parte del tallo piloso queratinizado y es aquí donde tienen lugar la mayoría de cambios cosméticos que se realizan en el cabello (como el cambio de forma o de color).
- Cutícula: es un recubrimiento grueso que actúa como protector. Suele estar compuesta de 2 o 10 capas, en función del grosor del pelo.
Tanto las células del córtex como la cutícula están envueltas por un complejo (CMC, cell membrane complex) que actúa de manera similar al cemento, lo cual permite que la fibra capilar se mantenga íntegra y cerrada. En cuanto se ataca este compuesto, el cabello se vuelve poroso y, por lo tanto, más frágil.
En definitiva, se puede decir que cuidar el CMC permite mantener el cabello en buen estado.
Cabello y exposoma
El exposoma hace referencia a ese conjunto de factores externos a los que se expone una persona a lo largo de su vida; factores que pueden afectar tanto a la piel como al cabello, repercutiendo directamente en el envejecimiento.
Los factores que inciden directamente en el envejecimiento y el daño capilar son los siguientes:
- Alimentación y estilo de vida (estrés, falta de sueño, tabaquismo…).
- Radiación ultravioleta.
- Contaminación ambiental.
- Aumento de la temperatura.
- Uso de productos cosméticos y tratamientos mecánicos.
- Desequilibrio de la microbiota cutánea.
Además de estos factores externos, también afectan al envejecimiento del cabello el aumento de los radicales libres o la edad. Este exposoma afecta tanto al folículo pilosebáceo como al tallo capilar. Con los consejos para cuidar el cabello en verano que damos más adelante, podrás ver cómo hacer frente a estos factores.
A grandes rasgos, se puede hablar de tres principales problemas que genera el exposoma a nivel capilar:
- Pérdida de color. Esto se puede observar, por ejemplo, con la aparición de canas.
- Daño por la radiación y la polución. Con ello, el pelo se vuelve más frágil.
- Alopecia.
En nuestros cursos de cosmética natural te enseñamos que una acción que puede prevenir tanto el proceso de oxidación como la degradación de lípidos es el uso de sustancias antioxidantes en las fórmulas de los productos.
Verano y cabello: cómo afecta el primero al segundo
Teniendo en cuenta lo anterior, no te resultará complicado ver que, efectivamente, el verano afecta de manera considerable al cabello. Y es que el verano no solo castiga al cabello con las altas temperaturas y la mayor exposición al sol, sino que también lo castiga con el cloro de las piscinas, y la sal y la arena de las playas.
Todos estos agentes forman parte de lo que llamamos exposoma y hacen que el pelo sea más quebradizo, seco y estropeado. Más concretamente, estos son los efectos del verano en el cabello:
- El UVB disminuye la fuerza de la fibra capilar, haciendo que el pelo pierda elasticidad y se rompa con mayor facilidad.
- El UVA y la luz visible oxidan las proteínas, cambiando el color del pelo y volviéndolo más amarillo. En los cabellos de color rubio o marrón claro es mucho mayor este cambio de color, ya que contienen menor cantidad de eumelanina.
- Los cabellos blancos o grises son más frágiles (debido también a su casi nula cantidad de melanina).
Estrategias para el cuidado del cabello en verano
Como ves, el cabello se ve bastante afectado con la llegada de esta estación, por lo que es necesario seguir una serie de consejos para cuidar el cabello en verano. Con ellos, podrás disfrutar de un pelo sano y menos castigado, capaz de mantener su aspecto habitual aun con los diferentes factores externos a los que es expuesto.
Desde Mentactiva, las principales estrategias para el cuidado del cabello en verano que te proponemos son:
Utilizar protectores solares capilares específicos
Del mismo modo que nos protegemos la piel con protectores solares, es fundamental utilizar protectores capilares. Estos productos ayudan a proteger el cabello del sol y de sus agresiones. Los productos para aplicar de forma previa a la exposición al sol y al agua de mar y de piscina (clorada) es conveniente que contengan en su fórmula ingredientes hidratantes y filmógenos que ayuden a proteger la fibra capilar.
Proteger el pelo y la cabeza
Otro paso fundamental para disfrutar del verano sin que el cabello sufra es protegerse tanto el cuero cabelludo como el pelo con un sombrero, una gorra, un pañuelo o similar. Esta protección evitará que el pelo se dañe y se estropee, así como la posibilidad de sufrir una quemadura en el cuero cabelludo.
No utilizar productos cosméticos durante la exposición
En muchas ocasiones, acudimos a la playa o a la piscina habiendo utilizado lacas, espumas, gominas u otros productos de belleza capilares. Esto es un grave error, ya que lo que se provoca es una reacción química que afecta al cuero cabelludo, pudiendo causar irritaciones.
Por lo tanto, la mejor opción es llevar siempre el pelo al natural en esas situaciones.
Hidratar y fortalecer el pelo
No solo hay que cuidar el pelo en el momento de la exposición solar, sino que también hay que hacerlo después. Para ello, te recomendamos utilizar champús, acondicionadores y mascarillas que te ayuden a hidratarlo y fortalecerlo. Para formular este tipo de productos, podemos recurrir a emolientes como los aceites y mantecas vegetales. También a hidrolizados de proteínas de origen vegetal.
Utiliza productos con antioxidantes
Otro consejo para cuidar el pelo del verano es fijarte bien en los ingredientes de los productos que vayas a utilizar: aquellos que contengan antioxidantes (como la Camelia sinensis o el extracto de arroz, por ejemplo) te serán de gran ayuda, especialmente para utilizarlos antes de la exposición y prevenir la formación de radicales libre. En las fórmulas de los productos post solares debemos añadir ingredientes que restauren la integridad del CMC y devuelvan el brillo y la peinabilidad al cabello.
¿Te ha parecido interesante conocer cómo afecta el verano a la estructura interna del cabello? Si quieres conocer más sobre formulación, te invitamos a nuestro curso de formulación de cosmética capilar natural. Te hablaremos sobre esto y sobre muchos otros temas relacionados con el cabello y el cuero cabelludo.
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