5 tips para formular con el emulsionante Natura-tec Emulactive W

Cuando se trata de hacer emulsiones naturales, nos podemos enfrentar al dilema de saber elegir cuál es el emulsionante que se va a ceñir mejor a nuestras necesidades, y que a la vez, va a ser capaz de aportar un toque diferenciador en nuestras formulaciones. En este blog post os queremos acercar a un emulsionante de cosmética natural que nos ha llamado la atención, tanto por las prestaciones que ofrece, como por su versatilidad a la hora de formular.

Nos referimos al emulsionante Natura-tec Emulactive W, que fabrica Natura-tec ®. Aunque no es un emulsionante estándar en la formulación más artesanal, os invitamos a que sepáis un poquito más de él y a que si os resulta interesante y atractivo para vuestros proyectos, lo probéis.

La elección del sistema emulsionante, una decisión clave

Antes de pasar a explicar con detalle cómo podemos trabajar con este emulsionante, queremos recordaros la importancia que tiene la elección del sistema emulsionante a la hora de diseñar una emulsión cosmética. Sin ninguna duda, el emulsionante es el ingrediente clave para este tipo de formulaciones.

Actualmente, la industria cosmética nos ofrece una gran cantidad de opciones que se ajustan a casi todas las necesidades, y esto es algo que hay que aprovechar. Debemos de ser conscientes de que el tipo de emulsionante o el sistema emulsionante que elijamos para nuestras formulaciones, va a tener un impacto directo en las  características sensoriales y físico químicas de  nuestro producto final. La elección del emulsionante, también va a definir otros aspectos cruciales relacionados con nuestra formulación.

El emulsionante, qué debemos de tener en cuenta

Los que describimos a continuación son algunos ejemplos de estos aspectos “emulsionante-dependientes”:

  • El tipo de emulsión final que vamos a obtener, que en el caso de las emulsiones naturales, nos referimos principalmente bien a emulsiones de fase externa agua (O/W) o bien a emulsiones de fase externa aceite (W/O).
  • La necesidad de añadir más o menos ingredientes estabilizantes a las fórmulas para hacerlas más robustas, o de incluso hacer combinaciones con otros emulsionantes que la puedan mejorar a nivel de estabilidad. De esta manera se pueden optimizar mucho las fórmulas más complicadas como, por ejemplo, fórmulas solares o de pH’s extremos, aunque lo ideal es no tener que utilizar demasiados ingredientes, y poder obtener una fórmula final estable, a la vez que sencilla.
  • La textura final del producto. Este punto es muy importante tenerlo en cuenta, ya que el emulsionante puede ser capaz de modificar totalmente la textura de nuestro producto final. Debido a esto, el uso de un emulsionante u otro se puede incluso utilizar como estrategia de diseño para introducir cambios en las texturas finales de nuestras formulaciones, tanto para las que son nuevas, como para las ya existentes. Este es, sin ninguna duda, uno de los puntos que a la hora de escoger, nos podrá hacer decidirnos por un emulsionante u otro.
  • El procedimiento de trabajo. Las diferentes características físico-químicas que encontraremos en los distintos emulsionantes nos permitirán poder trabajar de diferentes maneras. Si el emulsionante es líquido quizás podamos valorar escoger un método de trabajo en frío. Si, por el contrario, el producto es sólido siempre tendremos que calentar para poder hacer la emulsión. En este último caso, el punto de fusión del emulsionante también será un factor a tener en cuenta a la hora de determinar la temperatura idónea de trabajo. Algunos emulsionantes, como el que vamos a comentar en este blog post, además, nos permiten trabajar con procesos inversos, es decir, sin tener demasiado en cuenta la forma en que añadimos las diferentes fases que formarán la emulsión, esto les da una versatilidad que es realmente muy valiosa, quizá no tanto cuando hablamos de pequeñas fabricaciones o prototipos, pero sí cuando hay que hacer fabricaciones de producto de cantidades mucho mayores.
  • El resto de ingredientes que se van a poder introducir en la emulsión. No todos los emulsionantes tienen las mismas compatibilidades. Su composición y naturaleza química además de determinar la compatibilidad con las diferentes polaridades de los aceites, también influirán en la compatibilidad con otros ingredientes que conformen la emulsión. Existen, por ejemplo, emulsionantes más compatibles con aceites polares  y con aceites vegetales que con aceites no polares. De igual manera, un emulsionante no iónico presentará mucha más compatibilidad a nivel de cargas con otros ingredientes de la formulación que un emulsionante que sea, por ejemplo, aniónico o catiónico.

Estudiar bien las propiedades y características de nuestro emulsionante nos va a permitir ser mucho más eficientes en los diseños de nuestras emulsiones y también nos va a hacer avanzar en nuestros conocimientos como formuladores cosméticos.

Desde Mentactiva os animamos a que investiguéis diferentes opciones y experimentéis con distintos tipos de emulsionantes, cambiando este ingrediente podéis obtener un abanico muy amplio de posibilidades que os darán la posibilidad de enriquecer vuestros diseños de emulsiones cosméticas naturales.

Características y funcionalidades del Natura-tec Emulactive W

Una vez hecha esta necesaria introducción, ahora sí, vamos a conocer un poco más de cerca el Natura-tec Emulactive W desglosando sus características principales para sacar el máximo provecho a la hora de utilizarlo. Pues bien, se trata de un emulsionante natural de naturaleza química a la vez aniónica y no-iónica.

Es un emulsionante que forma emulsiones de fase externa agua (O/W), y que se basa en un derivado de la proteína del trigo. Su INCI es: Cetearyl Alcohol, Glyceryl Stearate, Potassium Palmitoyl Hydrolyzed Wheat Protein, y se comercializa en forma de “pellets”. Según vemos en este INCI su composición se parece a otros emulsionantes naturales que podemos encontrar en el mercado pero su característica diferenciadora es la concentración que contiene de cada unos de los componentes, ya que esta concentración es la que define sus prestaciones como emulsionante para obtener texturas muy fluidas.

Tiene una buena compatibilidad con todo tipo de pieles, y puede prevenir la pérdida de agua, ayudando a la hidratación dérmica. A nivel sensorial, y gracias al hidrolizado de proteína vegetal, da texturas muy suaves y con un tacto final, después de la aplicación, ligero y sedoso.

Otra de las características a destacar de este emulsionante, es su capacidad para formar una estructura de cristal líquido que le da la característica funcional de ayudar a la liberación de otros ingredientes contenidos en la fórmula.

A la hora de formular, se puede utilizar para diferentes aplicaciones, tanto para productos faciales como corporales, aunque tiene una limitación de compatibilidad con ingredientes muy catiónicos o con ciertas dispersiones. Desde nuestra experiencia, aconsejamos su uso en la formulación de cremas, lociones hidratantes, productos para bebés y productos desmaquillantes. Es un buen emulsionante para obtener texturas muy fluidas y estables, incluso para hacer productos para ir en pulverizador o espray.

Si pasamos a la parte más práctica, vamos a definir los 5 tips para poder sacar el máximo rendimiento de este emulsionante en las formulaciones. Como es un emulsionante que nos permitirá hacer emulsiones fluidas, vamos a centrar nuestras recomendaciones en cómo conseguirlo de una forma sencilla.

TIP 1: Intentar ajustar siempre la dosis

Para hacer productos fluidos recomendamos utilizar de un de 4% a un 6% del producto. Como ya sabemos, la concentración de emulsionante va a depender en gran medida de la proporción de fase grasa que queremos emulsionar. Por norma general, a más aceites más concentración de emulsionante. De igual manera, habrá una dosis mínima por debajo de la cual no podremos obtener una emulsión estable. En este caso particular, creemos que para hacer una emulsión fluida con unas buenas características no deberíamos de descender del 4% de producto. Hay que tener en cuenta que en la composición del emulsionante existen ingredientes que proporcionarán algo de viscosidad a la formulación final, debido a esto, si subimos mucho la dosis de dicho emulsionante (manteniendo el ratio del resto de ingredientes) obtendremos viscosidades ligeramente superiores que para dosis más bajas.

TIP 2: Escoger  bien los aceites a utilizar en la fase grasa

Para hacer emulsiones fluidas desde Mentactiva os recomendamos utilizar por norma general entre un 10% a un 15% de aceites. Con este emulsionante se puede utilizar hasta un 20% de aceites, sin que esto signifique una elevación brusca de la viscosidad. La elección de los aceites es importante, tanto para la extensibilidad del producto, como para obtener una sensación final agradable después de la aplicación. Idealmente hay que tratar de combinar diferentes tipos de aceites para así poder conseguir un buen equilibrio entre la extensibilidad del producto y el tacto final  después de la aplicación.

TIP 3: Utilizar un estabilizante la fase acuosa

En este punto, nuestra recomendación es la utilización de una dosis pequeña de Xanthan Gum. Una dosis de entre el 0.10% y el 0.15% será suficiente para ayudar a estabilizar la emulsión, y a la vez permitir que la textura sea totalmente fluida. Otras gomas se pueden utilizar con este fin, si queréis saber más sobre diferentes gomas, usos y características, podéis leer nuestro blog post sobre gomas en cosmética natural.

TIP 4: Calentar

Al ser un producto sólido se tiene que calentar junto al resto de la fase grasa de la fórmula. Calentando la fase que lo contiene a 70ºC es suficiente. Incluso se puede trabajar a 60ºC, esto dependerá del punto de fusión del resto de ingredientes de la fase grasa. Para mejorar la estabilidad de las emulsiones aconsejamos, además, homogenizar bien la emulsión después de la mezcla de las dos fases. Como hemos comentado anteriormente, este emulsionante permite trabajar con un método inverso, es decir, añadiendo la fase agua sobre la fase aceite.

TIP 5: Viscosidad

Si necesitáis aumentar la viscosidad del producto final, hacedlo siempre con ingredientes que formen parte de su composición, como el Cetearyl Alcohol o el Glyceryl Sterarate. De esta forma, se mantienen sus características funcionales. Hay que empezar utilizando dosis pequeñas de alguno de los componentes, e ir incrementando poco a poco hasta conseguir la viscosidad deseada. Como hemos comentado anteriormente, para obtener una emulsión fluida y estable, esto no es necesario pero puedes utilizar este consejo en caso de querer hacer emulsiones algo más viscosas.

Para que podáis empezar a hacer alguna prueba en vuestros laboratorios, os proponemos un ejemplo de formulación con textura muy fluida utilizando este emulsionante.

Aprende a formular cosmética natural fiable y efectiva con nuestros cursos online.

Fórmula loción desmaquillante facial efecto terciopelo

Fase A

•  Natura-tec Emulactive W (Cetearyl Alcohol, Glyceryl Stearate, 
Potassium Palmitoyl Hydrolyzed Wheat Protein) 5.00 %
•  Escualano (Squalane) 3.00 %
•  Caprylic Triglyceride (Caprylic Triglyceride) 5.00 %
•  Aceite de Jojoba (Simmondsia Chinensis (Jojoba) Seed Oil) 2.00 %
•  Tocobiol C (Tocopherol (mixed), β-sitosterol, Squalene) 0.10 %

Fase B

•  Agua (Aqua) Up to 100.00 %
•  Glicerina (Glycerin) 10.00 %
•  Goma Xantana (Xanthan Gum) 0.10%

Fase C

•  Agua (Aqua) 3.00 %
•  Hidrolato de Neroli (Citrus Aurantiuam Flower Water) 10.00 %

Fase D

•  Betaína (Betaine) 4.00 %

Fase E

•  Almidón de arroz (Oryza Sativa Starch) 1.50 %

Fase F

•  Sharomix™ 705 (Benzoic Acid, Sorbic Acid, Dehydroacetic Acid, 
Benzyl alcohol) 1.00%

Fase G

•  Aceite Esencial Neroli (Citrus Aurantium Essential Oil) 0.15%

Procedimiento

1. Mezclar bien la glicerina + goma xantana y añadir esta mezcla al agua previamente precalentada a 60ºC, dispersar bien bajo agitación mecánica durante 30 minutos hasta total dispersión.
2. Calentar la fase A y la fase B por separado a 70ºC.
3. Añadir la fase A sobre la fase B y homogenizar durante 1 minuto la mezcla.
4. Dejar enfriar hasta 40-45ºC bajo agitación lenta (150 rpm).
5. Ajustar el pH a 6.00 con ácido cítrico o ácido láctico.
6. Añadir la mezcla de la fase C, D, E, F y G progresivamente manteniendo la 
agitación.
7. Enfriar hasta temperatura ambiente manteniendo una agitación lenta.

Nota: esta formulación es experimental y puede requerir de ajustes para su fabricación final.

Pues bien, esperamos que con toda esta información podáis emprender el diseño de emulsiones innovadoras. Cambiar el emulsionante puede ser un paso apasionante en el descubrimiento de nuevos caminos hacia formulaciones sorprendentes, ¿te atreves?

Ya sabéis que si necesitáis ampliar conocimientos en emulsiones y, en general, en formulación natural, podéis echarle un vistazo a nuestros cursos de formulación cosmética. Os recordamos que, además, desde Mentactiva os ofrecemos un servicio de consultoría personalizada, tanto para nuevos proyectos como para proyectos que ya estén en marcha.

Escrito por María Cerdán. Tutora de Mentactiva.

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