Se define como estabilidad cosmética la capacidad de un producto de mantener sus propiedades inalteradas a lo largo del tiempo. Por tanto, para un cosmético, es la capacidad de mantener sus especificaciones dentro de los límites establecidos por el fabricante o formulador durante el tiempo de vida útil y durante el uso del producto.
En el caso particular de la estabilidad de los cosméticos, se divide en 3 grandes bloques:
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Estabilidad física
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Estabilidad química
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Estabilidad microbiológica
Estabilidad física
Cuando creamos nuestros productos, los ingredientes se combinan de una determinada forma de la fórmula. Por ejemplo, en una emulsión O/A, los aceites están en forma de gotículas dispersos homogéneamente en el agua. En el caso de los geles, las moléculas de polímero se entrecruzan de forma desordenada para dar consistencia al gel.
Si este equilibrio físico se rompe, el producto pierde su consistencia inicial, como ocurre cuando una crema se separa en dos fases o cuando un producto anhidro se derrite a altas temperaturas.
La pérdida de estabilidad de los cosméticos puede deberse a alguna reacción química o simplemente que nuestra fórmula no es robusta y pierde sus propiedades con el tiempo.
Algunos ejemplos de inestabilidades físicas son la separación de fases, la coagulación o la licuación de geles.
Estabilidad química
Las formulaciones cosméticas, en general, se diseñan para que sus ingredientes no reaccionen entre sí. Manteniendo la estabilidad química de nuestros productos evitaremos que se produzcan reacciones químicas inesperadas e incontroladas que puedan alterar las propiedades del producto con el paso del tiempo.
Asimismo, a veces las reacciones que alteran la estabilidad en los cosméticos no ocurren con los ingredientes de la fórmula, sino con los subproductos de la actividad microbiana. Por esto, es muy importante mantener la estabilidad microbiológica del producto final. [bctt tweet=”Asimismo, a veces las reacciones no ocurren con los ingredientes de la fórmula, sino con los subproductos de la actividad microbiana. Por esto, es muy importante mantener la estabilidad microbiológica del producto final.” username=”menta_activa”]
Algunos ejemplos de inestabilidades químicas son: la oxidación de las grasas o la descomposición de moléculas orgánicas.
Estabilidad microbiológica
Cuando desarrollamos un producto es fundamental mantener la población de microorganismos bajo control. Ya que, el crecimiento descontrolado de microorganismos afecta a la calidad y salubridad de los cosméticos. Este concepto es lo que comúnmente se denomina estabilidad microbiológica.
Por tanto, es imprescindible dentro de la estabilidad de los cosméticos, mantener la carga microbiana de por debajo de los límites fijados por la legislación. Para ello, debemos implementar estrategias tanto para minimizar la cantidad de microorganismos presentes en el preparado, como para evitar su crecimiento. Éstas involucran el método de fabricación, el control de las materias primas usadas y el uso de sustancias con actividad conservante.
Si deseas aprender a controlar la estabilidad de tus formulaciones y entender en profundidad los diferentes tipos de estabilidades apúntate a nuestro curso de Estabilidad Cosmética.
¿Por qué es importante mantener la estabilidad de los cosméticos?
Existen varias razones de peso para realizar pruebas de estabilidad en cosméticos:
1. Garantizar la seguridad del consumidor
Esta es, probablemente, la razón principal por la que debemos, siempre que sea necesario, llevar a cabo estudios de estabilidad exhaustivos. Una mala estabilidad cosmética no solo puede causar una irritación localizada.
Por ejemplo, en consumidores con un sistema inmunológico debilitado, puede acarrear graves problemas de saludo o llegar a causar la muerte. Veamos por ejemplo el caso de la emulsión hidratante +B.O ph5 utilizada en el Hospital del Mar de Barcelona que fue retirada debido a la posible contaminación por la bacteria Burkholderia cepacia (un tipo de bacteria gram negativa).
2. Mantener la calidad y características organolépticas del producto durante toda su vida útil, evitando cambios físicos y químicos en la fórmula
Imagina por un momento que llevas más de 3 meses trabajando en un nuevo concepto de cosmético. Lo tienes todo organizado para el lanzamiento de tu nuevo producto. Las pruebas de estabilidad cosmética preliminares del producto parecen correctas, te arriesgas, y lanzas el producto al mercado sin haber llevado a cabo las pruebas de estabilidad en cosméticos completas.
¿De qué habrán servido estos 3 meses de trabajo si tu cliente recibe una emulsión que presenta separación de fases? ¿Y si cambia de color u olor pasadas unas semanas?
3. Evitar la posible crisis de imagen del fabricante o marca causada por el deterioro del producto
Muy probablemente, como consumidor habrás oído o leído de la retirada de algún producto del mercado por ser inestables o estar mal formulados. Como por ejemplo el maquillaje de fantasía gel GLITTER de 20 mililitros con fondo metalizado oro, que es comercializado por la empresa Novasol Spray, S.A, que fue retirado debido a que presentaba contaminación por bacterias, hongos y levaduras.
La retirada del mercado de un producto por parte de las autoridades, supone un gran revés para cualquier marca. Inevitablemente, se generará una crisis de reputación difícil de controlar. [bctt tweet=”La retirada del mercado de un producto por parte de las autoridades, supone un gran revés para cualquier marca. Inevitablemente, se generará una crisis de reputación difícil de controlar. ” username=”menta_activa”]Y, como consecuencia, los consumidores van a perder la confianza en la marca y van a dejar de comprar el producto. ¿Os imagináis lo que esto supone para una compañía indie o para un emprendedor? La posibilidad del cierre definitivo del negocio.