¿Qué debo tener en cuenta a la hora de escoger aceites para formular mis cosméticos?
Imaginemos que estamos en una reunión donde vamos a proceder a realizar un brainstorming para seleccionar los aceites que incluiremos en nuestro próximo proyecto de formulación cosmética. Existen 10 preguntas básicas sobre nuestro cosmético que deberemos plantearnos antes de realizar la selección de los aceites cosméticos vegetales:
1. ¿Qué forma tendrá el cosmético?
¿Emulsión, sérum, gel, aceite corporal? En el caso de que fuésemos a formular una emulsión tipo aceite en agua, por ejemplo, deberíamos plantearnos seleccionar mínimo 3 aceites cosméticos con diferentes extensibilidades (ligera, media y pesada) para tener una rápida sensación de buena extensión pero de absorción rápida y que, por ejemplo, cuando transcurra una hora se siga sintiendo su film protector.
2. Zona de aplicación.
¿Cabello, piel? ¿Cara, cuerpo, pies? Recuerda que no es lo mismo la permeabilidad de la piel del contorno de ojos que la de la planta del pie.
3. Mercado al que va dirigido
Por ejemplo si me dirijo a un mercado nórdico necesitaré texturas más pesadas que si me dedico a un mercado mediterráneo en el que se buscan sensaciones más ligeras.
4. Tipo de piel.
Si es una piel grasa, seca, sin problemas, con tendencia a comedones, etc
5. Tipo de pelo.
Ocurre como en la piel. No es lo mismo un cabello muy grueso y largo, que un cabello muy fino y corto. O un cabello liso que un cabello rizado.
6. Edad.
Cuando formulamos productos para personas más mayores se suelen desarrollar productos más ricos y no tan ligeros como cuando se formulan para adolescentes.
7. Color y aspecto.
El color y el aspecto son fundamentales y pueden ser un factor de compra determinante por parte del cliente. Si por ejemplo buscamos formular un gel de aceites transparente, buscaremos aceites lo más transparentes posible de forma natural o en formato refinado. Si nos interesa una formulación que no contenga perfume seleccionaremos aceites desodorizados.
8. Época del año.
Cambia mucho formular una crema de manos en invierno que en verano. En invierno buscaremos texturas más pesadas y muy nutritivas y en verano nos interesarán formulaciones más ligeras, de secado rápido.
9. El envase.
Si nuestro envase es tipo tarro nuestra fórmula tendrá que tener cierta viscosidad, así que en este caso deberemos añadir ingredientes tipo ceras y mantecas, que tienen puntos de fusión más altos que los aceites y darán más cuerpo a nuestros productos
10. Beneficios y/o claims.
Deberemos plantearnos qué tipo de producto final buscamos y con qué función: si es hidratante, antiedad, reafirmante… De esta forma, podremos escoger aceites que cumplan con el objetivo que buscamos. Se comprobará si disponen de estudios de eficacia, para así desarrollar claims adecuados a éstos. Los fabricantes normalmente no suelen hacer muchos estudios de eficacia en aceites, sino que se suelen apoyar en la antigüedad de uso y la bibliografía disponible.
Ahora que ya hemos definido las necesidades que debe cumplir nuestro producto, investigaremos cuales son los aceites que más se adecuan a la fórmula que queremos llevar a cabo. ¡Empieza lo divertido!
Propiedades básicas de los aceites cosméticos
Vamos a observar cuáles son las propiedades más básicas que deberemos conocer para elegir nuestro aceite “ideal”. Para ello será muy importante dar con un buen proveedor que nos facilite la ficha técnica y de seguridad del producto. En la ficha técnica encontraremos los parámetros de los que hablaremos a continuación y en la ficha de seguridad las propiedades y la forma adecuada de almacenar el producto y/o sus medidas de seguridad. Además, factores como las tendencias de mercado, la eficacia de los ingredientes y la historia serán elementos determinantes para realizar la selección. [bctt tweet=”Factores como las tendencias de mercado, la eficacia de los ingredientes y la historia serán elementos determinantes para realizar la selección de aceites en nuestra fórmula” username=”menta_activa”]
Estas son algunas de las propiedades de los aceites a tener en cuenta:
1. Punto de ebullición: cuanto más alto sea mejor conservará sus propiedades en el caso de que tengamos que calentarlo en alguno de los pasos de la guía de formulación. Por ejemplo, si en alguno de los pasos de formulación indica que el aceite debe calentarse hasta 80 ºC y el aceite que habíamos seleccionado tiene un punto de ebullición de 65 ºC, estaremos sobre calentando el aceite y perdiendo parte de sus propiedades (vitaminas, ácidos, antioxidantes, etc).
2. Índice de refracción: A mayor índice de refracción, más brillante será el producto donde lo añadamos. Por ejemplo, el aceite de ricino (Ricinus Communis Seed Oil) se usa mucho en barras de labios por el brillo que aporta.
3. Índice de yodo: A mayor índice de yodo, el aceite tenderá más a la oxidación, su calidad empeorará y caducará antes. Por ejemplo, si vamos a formular un producto de protección solar será mejor usar aceites con un bajo índice de Yodo.
4. Peso molecular: Cuanto más pese la estructura del aceite seleccionado, mayor será su índice de extensibilidad y más pesado será el aceite. Por ejemplo, si queremos formular un aceite de masaje, buscaremos aceites que tengan un alta extensibilidad para poder estar masajeando durante más tiempo. Esto está relacionado con su polaridad (los aceites más apolares se extienden mejor y durante más tiempo, tardan más en absorberse) y su peso molecular también puede influir, ya que a mayor peso molecular la absorción del aceite será menor y más lenta. Y, por ejemplo, si buscamos un aceite para nutrir las puntas del cabello buscaremos que sea ligero y se absorba rápido por tanto buscaremos aceites con bajo peso molecular.
Y con toda esta información ya podremos empezar a seleccionar aceites vegetales para nuestras fórmulas. En nuestros cursos podrás ver información sobre aceites vegetales y cómo incluirlos en diferentes fórmulas de cosmética natural.
¡Mucha suerte!
Escrito por: Soraya Ramón – Licenciada en Química. Colaboradora habitual en Mentactiva.com