Tanto si estás empezando como si ya tienes experiencia en la formulación de cosméticos, sabrás que son múltiples los usos del aceite de oliva en cosmética natural. Como ocurre con otras plantas, el valor de la proximidad y el tipo de cultivo son fundamentales para determinar las características de la materia prima.
En este artículo vamos a hablar sobre el origen del aceite de oliva y su uso en cosmética. De la mano de Curro Ortiz García Ingeniero de caminos y naturalista apasionado de la agricultura asilvestrada. ¡Sigue leyendo!
El aceite de oliva
El aceite de oliva se extrae del fruto del olivo (Olea europea L.), conocido comúnmente como oliva o aceituna. Éste árbol es originario de la cuenca mediterránea aunque actualmente su cultivo se extiende a otras regiones. El aceite de oliva se utiliza de forma tradicional para uso alimentario, ya que además del aporte de aceites grasos esenciales, tiene unas características organolépticas excepcionales. Se utiliza como grasa fundamental en los platos de la dieta mediterránea.
Entre los usos del aceite de oliva en cosmética (INCI: Olea Europaea Fruit Oil) destaca su función como vehículo, emoliente e hidratante. Dentro del perfil fitoquímico del aceite de oliva, hay muchas moléculas con interés cosmético:
Composición de ácidos grasos
- Ácido palmítico: 7-20%
- Ácido palmitoleico: 0,3-3,5%
- Ácido esteárico: 0,5-5%
- Ácido oleico: 55-83%
- Ácido linoleico: 3,5-21%
Composición de la fracción insaponoficable:
- Escualeno (representa el 77% de los hidrocarburos de esta fracción)
- Tocoferoles (como la vitamina E)
- Fitoesteroles
- Otros como: carotenos y clorofila (que le aportan el color característico)
Proceso de extracción para respetar sus propiedades
Existen diferentes formas de extraer el aceite de oliva. En general los procesos se pueden clasificar según sean:
- Extracción en caliente: se aplica temperatura (superior a 30°C) para obtener un mayor rendimiento del proceso de extracción. El aumento de la temperatura favorece la degradación de moléculas importantes (como los antioxidantes) en el aceite.
- Extracción en frío: en este tipo de extracción el proceso ocurre a una temperatura hasta los 27°C. Así se consigue que se mantengan las propiedades de aceite lo más intactas posible.
En cosmética y a lo largo de este artículo nosotros siempre vamos a referirnos al aceite de oliva de extracción en frío. El aceite de oliva de extracción en caliente quedaría descartado.
Si nos centramos en los procesos de extracción en frío, podríamos a su vez hablar de:
- Extracción tradicional: el molturado de la aceituna se reparte sobre unos capachos. Los capachos que contienen el molturado se apilan y se meten entre unas prensas. En el proceso de prensado se obtiene el aceite de oliva, tanto la fracción lipídica como la acuosa, por lo que luego le sigue el proceso de decantación para obtener el aceite de oliva final.
- Extracción por centrífuga: por este método el molturado pasa por un proceso de centrifugación a través del cual se separa la parte sólida de la parte líquida y posteriormente dentro de esta parte líquida se separa la fase acuosa de la oleosa (el aceite).
La calidad del aceite de oliva para su uso en cosmética depende en gran medida del sistema de extracción. Siendo el sistema de extracción por centrífuga el más recomendable.
Además del sistema de extracción, también influyen en la calidad del aceite el método de recolección, el tipo de transporte y la distancia que hay del campo a la planta extractora así como la variedad de aceituna (Picual, Arbequina, Hojiblanca,…) y su grado de maduración.
Tipos de cultivo del olivo
Como decíamos más arriba, el olivo tiene su origen en la cuenca mediterránea. Se trata de un cultivo tradicional de secano. Las condiciones climáticas mediterráneas son las óptimas para obtener el mejor perfil bioquímico. Respecto a esto, Curro Ortiz remarca la importancia de que el cultivo sea de secano.
Como ocurre con otras plantas, el estrés hídrico y ambiental favorece el desarrollo de moléculas de interés dentro de la planta. Es el caso de los antioxidantes, que en la mayoría de los casos se sintetizan como sistema de defensa de la planta ante estas situaciones de estrés.
Partiendo de esta base, hay distintos tipos de cultivo:
- Tradicional: es el más enfocado al rendimiento del cultivo, con un objetivo de tener una mayor producción. Se puede usar riego, fertilizantes, pesticidas, abonos sintéticos y otros recursos para “mimar” el cultivo y que se obtengan muchos kilos de aceituna.
- Integrado: es un paso intermedio hacia el ecológico. Ya se está implantando en muchos cultivos que usaban el método tradicional.
- Ecológico: aquí se debe respetar la cubierta vegetal del cultivo y está controlado y restringido el tipo y cantidad de fertilizantes, pesticidas y herbicidas que se pueden usar.
- Biodinámico: en este caso se va un paso más allá ya que además de cumplir con las condiciones del ecológico, se crea un entorno de autoabastecimiento. Se respeta la cubierta vegetal, pero además se añaden plantas autóctonas como las melíferas para fomentar la aparición de insectos beneficiosos para el cultivo. Se pueden incluir también otros animales que favorecen que el entorno del olivar sea lo más cercano posible a un entorno tipo silvestre. El aceite de oliva que se extrae del olivar biodinámico será parecido al que se puede obtener del olivo silvestre o acebuche.
¿No os recuerda el cultivo biodinámico a la blue beauty? De ello hablamos en la última edición del Green Beauty Congress. No sólo se trata de compensar lo que emitimos o el impacto que hacemos sobre el campo, si no que creamos un entorno que favorece el crecimiento y desarrollo de flora y fauna autóctona y, en muchos casos, en riesgo de extinción. Es una forma de respetar y cuidar la biodiversidad. No es impacto cero, es impacto positivo.
Usos del aceite de oliva en cosmética
Como hemos estado viendo, en la calidad del aceite de oliva que se usa en cosmética influye:
- Variedad: por ejemplo la variedad picual es considerada como de alto contenido en ácido oleico (C18:1), frente a otras como la Arbequina o la Cornezuelo, que se consideran por algunos autores como de contenido medio en ácido oleico. En contraposición tendrán un mayor contenido en poliinsaturados como el ácido linoleico (C18:2).
- Tipo de cultivo: siendo el biodinámico y el ecológico los que más respetan la naturaleza de la planta.
- Forma de recolección y transporte: cuando menor sea el tiempo que pasa de la recolección al procesado, menor riesgo habrá del desarrollo de los procesos de oxidación y fermentación del fruto.
- Forma de extracción: queda claro que debe ser en frío y que el proceso por centrífuga es el que conserva la mayor calidad del aceite de oliva para sus usos en cosmética.
Así, son varios los usos del aceite de oliva en cosmética:
Uso como vehículo
El aceite de oliva es uno de los más usados como vehículo en la fabricación de macerados y oleatos. Además también se usa como componente mayoritario en la formulación de cosméticos tipo solución oleosa como aceites de masaje o aceites hidratantes.
Por sus características (índice de yodo 75-94) es un aceite vegetal con sensibilidad a la oxidación baja y con un tacto poco graso. En cuanto a la sensibilidad a la oxidación, incluso la variedad Picual es aún más resistente que otras variedades.
El alto contenido en ácido oleico también favorece la penetración de otros activos, ya que éste ácido graso actúa como penetration enhancer.
Uso como activo emoliente e hidratante
Como otros aceites vegetales, el aceite de oliva disminuye la pérdida de agua transepidérmica (TEWL – Transepidermal water loss) al crear una capa filmógena sobre la superficie cutánea. Por ello podemos decir que se trata de un activo hidratante por un mecanismo de hidratación pasiva. Además por el aporte de ácidos grasos y sustancias como el escualeno a la piel, refuerza la barrera cutánea. Esto último le aporta propiedades protectoras y nutritivas.
Tras la aplicación del aceite de oliva sobre la piel, o fórmulas que lo contienen, podemos notar como la piel se encuentra más flexible, luminosa y suave. Todos ellos aspectos que aportan las sustancias emolientes cutáneas.
Desde Mentactiva os animamos a incluir el aceite de oliva en vuestras fórmulas. Además si vivís en zonas cercanas al Mediterráneo, será una forma excepcional para usar materias primas de proximidad.
Agradecemos a Curro Ortiz García su aportación en este artículo como gran defensor de la cosmética Km 0, respetuosa con el entorno. También abanderado de la conservación de los recursos naturales y de dar al campo más de lo que el campo te da a ti. Seguro que pronto nos sorprende con algún producto.
Si quieres aprender a usar el aceite de oliva en tus fórmulas y cómo puedes crear productos para lanzar tu propia marca, echa un vistazo a nuestros cursos. ¡En la web encontrarás un test para saber cuál se adapta mejor a tu perfil!
Suscríbete a nuestra newsletter y estate atento a los artículos de nuestro blog para no perderte las últimas novedades. Te esperamos también en nuestras redes sociales.